LA MEDITACIÓN
La meditación es una práctica milenaria que se ha convertido en una filosofía de vida, en donde la persona entrena la mente o induce un modo de conciencia para obtener un beneficio mental y/o emocional; ya que está comprobado que mejora notablemente la calidad de vida de las personas.
Hoy, cada vez más personas se inician o prueban para poder mejorar su salud mental y es que en los tiempos que corren es absolutamente necesario, tomarse un tiempo y relajar del estrés del día a día. Pero no solo ayuda a reducir el estrés, también afecta positivamente el sistema inmunológico, mejora la capacidad de concentración, ejercita la memoria y las funciones cognitivas y por sobre todo, potencia la aparición de pensamientos positivos.
Uno si desea comenzar, debe proponérselo, ya que como toda actividad conlleva un esfuerzo con disciplina, pero para que resulte más sencillo, dejamos algunos tips a seguir:
- Utilizar ropa cómoda: es muy importante no estar pendientes de nuestra ropa, si nos aprieta, si hay algo que se nos incrusta, etc; y ni hablar de los zapatos, así que lo mejor es sacárnoslo, al igual que accesorios pesados o que pueden llevar nuestra distracción.
- Buscar un lugar tranquilo: es un punto fundamental, así no tenemos distracciones y podemos disponerlos a simplemente estar relajados.
- Sentarse de una manera cómoda pero correcta: lo ideal es ir encontrando la comodidad en la forma correcta, que es en el piso, con la espalda derecha, manteniendo los hombros para atrás relajados, en donde podamos respirar hondo y relajarnos con facilidad. Para llegar a esa postura, se puede cobrar otras como sentarse en una silla o estar tumbados en el suelo.
- Centrarse en un objeto: al comenzar, muchas veces no sabemos por dónde, entonces pensar en nuestra respiración, realizar su recorrido o imaginar algún objeto particular y puntual puede ayudarnos en el proceso.
- Aceptar nuestros pensamientos: los pensamientos muchas veces surgen instintivamente en nuestra mente y al saber que estamos "meditando" queremos borrarlos, esa es la peor forma de hacerlo, ya que estamos todavía más concentrándonos en ello. Lo ideal es aceptarlos, transitarlos y observarlos sin juzgarlos o querer modificarlos. Luego, podemos seguir y concentrarnos nuevamente en nuestra respiración.
- Aumentar el tiempo de nuestra meditación: no vamos a poder estar 30 minutos de un día para el otro concentrados en nosotros, luchando todo el tiempo con nuestra mente, eso nos hará peor. Lo mejor es comenzar con 1 minuto, e ir subiendo a medida que vamos iniciándonos en la práctica, hasta si queremos llegar a los 30 o más.
- Hacerlo parte de nuestra vida diaria: una vez que comenzamos, si lo hacemos con compromiso y disciplina, vamos a ir adquiriendo un hábito súper saludable que no vamos a querer abandonar tan fácil, por la tranquilidad que nos brindará.
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